Un día en la vida de Manolo (parte 1)

– ¿Qué tal, Manolo? ¿no es un poco pronto hoy para tu hora de café?

– Mira, Pepe, que me tienen hasta los huevos,  que estoy hasta los cojones de aguantar otra manifestación más, pero ¿en contra de qué se manifestará la gente? ¿de la crisis? Pues hombre, macho, sí qué estamos bien. parece que hay que demostrar que estamos en contra de ella

– A mí no me digas, que aquí estoy, sin hacer huelga, a ver quién te iba a poner a ti el café

– Que es que en este país hay mucho maleante que no quiere trabajar y lo que está claro es que nos toca currar mucho para salir de ésta, que no vamos a despabilar quejándonos, que nos guste o no, ¿cómo no se va a recortar? Si yo no tengo dinero pues no me compro una televisión nueva, ni contrato a un pintor para cambiar el color de las paredes, o no lo hago o lo hago yo y gasto menos, ¿o no?

Y ahora pretenden que el gobierno haga un referéndum, pero ¿dónde se ha visto eso? ¿qué pasa, que van a tener que consultar cualquier decisión que tomen? Ahí sí que nos vamos a convertir en el hazmerreír de Europa, un presidente consultando con sus electores. Pero ¿para qué se creerán que les hemos votado? Pues para que tomen ellos las decisiones, que son los que saben. Y no me las tienen que venir a consultar ni a mí ni a nadie. Es que la gente no sabe lo que quiere, se creerá que es fácil decidir sobre los demás.

Como Pablo, ¿quién cojones se habrá creído? ¡Pues eso es que no me conoce a mí! Mira que venir, siendo el nuevo oficial, a informarme, a informarme a mí, su inspector del primer grupo operativo de la Unidad de Intervención Policial de Madrid, que su equipo se está empezando a plantear que no deberían actuar con tanta violencia, que la mayor parte de ellos conocen a gente dentro de la manifestación, que todos tienen uno o varios familiares en el paro… Pues claro, y yo, y qué le voy a hacer, no me voy a echar a llorar por ellos y menos en mis horas de trabajo, que hubiesen trabajado más, como yo, que me paso el día obedeciendo lo que dice el inspector jefe, y no discutiéndolo. Aquí se viene a trabajar, a hacer lo que te mandan, no a cuestionarse las órdenes del superior. A la próxima le expediento, a ver si se ha creído que aquí opina todo el mundo por igual, que la jerarquía estará para algo, digo yo.

– Pues claro que sí, Manolo. Pero bueno, estarás conmigo en que hay gente que está agobiada, ¿eh?

– Si no digo yo que no, si tengo a mis cuñados en el paro, a todos y algunos son unos quejicas, unos blandos, antes los habría mandado yo al paro si hubiese estado en mi mano, pero bueno, también está Luis, que el pobre parece que no levanta cabeza. Lleva ya tres años en el paro, ya no cobra un duro, la mujer no ha trabajado nunca, como Dios manda, eso sí, pero ahora lo intenta porque no les queda otra y no le dan nada. Y los chavales… ésos…, unos pintas, a ésos los enderezaba yo si me los dejase un mes. Anda que qué pena que la mili ya no sea obligatoria, que por lo menos estarían haciendo algo útil en vez de tanta Filosofía, tanta Política y tanta manifestación… Pero la verdad es que Luis me da pena, ya le hemos ayudado un par de veces para llegar a fin de mes María y yo, que claro, para eso está la familia, no se le puede pedir al gobierno que dé lo que no tiene y menos intentando hacerle chantaje paralizando el país. No necesitará tanto el dinero esa gente si se puede permitir dejar de cobrar un día para hacer huelga.

 

(…)

2 comentarios en “Un día en la vida de Manolo (parte 1)

  1. Santi

    Ya estoy por aquí!!!
    Por criticar un poco… ;P ¿Se lee como muy forzado, no? Es decir, es casi lo que nos «gustaría» que fuese, pero yo creo que la realidad es mucho más loca… más cruda…
    ;)
    ¡Un saludo!

  2. eme Autor

    ¡Muchas gracias!
    Lo revisaré y lo tendré en cuenta… pero de momento voy a ver si lo acabo y luego con todo ya lo retoco.

Muerde